Círculos de diálogo
Objetivo:
Promover un espacio seguro y respetuoso donde los participantes puedan compartir, escuchar y reflexionar sobre diferentes perspectivas, experiencias y saberes.
Aplicación:
Adecuado para la resolución de conflictos, construcción de consensos, reflexión sobre temas profundos y fomento del entendimiento mutuo en grupos.
Requerimientos:
- Un espacio tranquilo y sin distracciones.
- Asientos dispuestos en un círculo.
- Un objeto simbólico que represente el turno de palabra (puede ser una piedra, una varita, una pluma, etc.).
- Facilitador o moderador.
Descripción de la Metodología:
El Círculo de Diálogo es una técnica que fomenta la comunicación horizontal y empática entre los participantes. El formato circular permite que todos se vean y se sientan igualmente valorados. La dinámica es guiada por un facilitador y se utiliza un objeto para designar a la persona que tiene el derecho a hablar en ese momento.
Procedimiento
Preparación del Espacio:
Organiza las sillas en un círculo, asegurándote de que todos los participantes puedan verse entre sí.
Introducción y Contextualización:
El facilitador presenta la metodología y establece las normas básicas: escuchar activamente, no interrumpir, hablar desde el propio sentir y pensar, explora e identifica acuerdos que faciliten el diálogo.
Inicio del Diálogo:
Se presenta el tema o pregunta guía del diálogo. Puede ser algo propuesto previamente o emergente del grupo.
Uso del Objeto Simbólico:
El facilitador introduce el objeto que se utilizará para señalar el turno de palabra. Solo quien tenga el objeto en sus manos puede hablar. Esto asegura que cada persona sea escuchada.
Desarrollo del Diálogo:
Los participantes, al recibir el objeto, comparten sus perspectivas o se pasan el objeto al siguiente. El diálogo fluye de manera orgánica pero respetuosa.
Cierre:
El facilitador propone un momento de reflexión final y agradece la participación y apertura de todos.
Recomendaciones
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Es crucial que el facilitador cree un ambiente de confianza y respeto desde el inicio.
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Puede ser útil establecer un tiempo máximo para cada intervención para asegurar la equidad en la participación.
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La técnica se basa en la calidad de escucha, por lo que es importante fomentar la presencia y atención plena.
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